martes, 19 de agosto de 2008

El trabajo mejor remunerado

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.Alejandro Valenzuela
Estudiante de Periodismo
Universidad Adolfo Ibáñez





Es verdad, hoy en el mundo no solamente se utiliza la solidaridad con fines desinteresados, detrás de toda acción existe una repercusión y en este caso no es muy complejo determinar cuales son aquellos abonos que se ganan cuando uno es “solidario”. Y expongo esta palabra entre comillas, debido a que es crucial aclarar que Solidaridad, según la real academia española es: “Adhesión circunstancial a la causa o a la empresa de otros”, por ende como es circunstancial ya podríamos determinar que cualquier acto de alguna demostración de apoyo a una causa (que ciertamente está relacionada gracias a una estigmatización social con algo moralmente bueno) estaríamos siendo solidarios.

¿Estará bien ser solidario de la manera en que estamos llevando este término?, pongamos el ejemplo de una empresa, ¿cuál creen que se verá mejor en el mercado, aquella que entre sus gastos una parte es destinada a acción social u otra que solamente utiliza sus bienes para fines propios?, bueno la respuesta es casi evidente, muchas de las entidades financieras que rigen nuestro país están prácticamente obligadas a establecer algún tipo de vínculo con una entidad social, aunque no sea permanentemente. Otro ejemplo de esto es la Teletón, un movimiento que cada vez quiere tener más adeptos, muchas marcas en el mercado intentan estar en este gran evento que se realiza comúnmente a principios de diciembre. ¿porqué se dará tanto interés a esto?, realmente será tanto lo que están donando, o será una “inversión social”, ya que con toda la sobre exposición que existe de estas marcas, ¿no ganarán incluso más de lo que donan?, ¿qué pasaría si les ofrecieran donar no contándole a la mano izquierda lo que hizo la derecha?.

Bueno, la disyuntiva que presento se da sempiternamente dentro de nuestra sociedad y no tan solo a nivel de empresas, si no como expuse en un principio va muy ligada al como operan las personas en su vida diaria. Por ello creo que es bastante prudente preguntarse si ciertamente estamos bien encaminados, si lo importante son las intenciones o más bien las acciones, ¿realmente lo que tenemos que hacer primordial es la actitud frente a las cosas?, ¿cómo de debe equilibrar esta balanza que por un lado tiene a aquellas personas que ayudan sin esperar nada a cambio y en su contrapeso están aquellas que buscan un beneficio directo de la solidaridad?.

domingo, 10 de agosto de 2008

Una Pausa para Escuchar

Padre Rodrigo Tupper, Vicario de la Pastoral Social y los Trabajadores
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Terra
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Agosto es el Mes de la Solidaridad, en el que recordamos a San Alberto Hurtado, un ejemplo de lo que significa vivir la solidaridad cada día de la vida.Este año, junto a diversas instituciones dedicadas al trabajo solidario queremos invitar a todas las personas a participar activamente de la Campaña Escuchar Hace Bien, la que surge de la convicción de que “escuchar” es la semilla de toda solidaridad, y es algo que necesitamos urgentemente como país. Una actitud simple, pero que muchas veces escasea en nuestra sociedad, en la que es más frecuente criticar, denunciar, o imponer las propias ideas más que promover el encuentro entre las personas.
Necesitamos escucharnos más. Escucharnos en el mundo político, en la familia, en el colegio, en la calle, en la oficina, en todos los ámbitos. Creemos que la solidaridad nace cuando nos escuchamos con el corazón, porque está en la naturaleza de los seres humanos.
Hace unos días un estudio de opinión dio a conocer que cada día son menos los chilenos que se sienten solidarios (sólo el 50%). De ahí la importancia de motivarnos para no perder este valor tan propio de nuestra idiosincrasia, porque la solidaridad es el nombre del amor entre los seres humanos, es un llamado de esperanza y de fe y una buena noticia para todos. Sabemos que todos nos necesitamos y todos podemos aportar algo. También hemos aprendido que la SOLIDARIDAD hace bien, que el regocijo de hacer algo por los demás le da sentido a nuestra vida, le da emoción y nos permite crear lazos.
Es por eso que en este mes los invitamos a compartir su tiempo y estar con otras personas. La compañía es un aporte solidario muy importante, ante la soledad que viven muchos hoy. Estar gratuitamente, sin tener que hacer algo por el otro o la otra, simplemente estar junto al que sufre o tiene un dolor. Y sobre todo los invitamos a vivir la solidaridad en lo cotidiano, porque la vida está hecha de momentos pequeños, incluso las vidas más notables. Partamos siendo solidarios con las personas que tenemos más cerca, hablándole al vecino, evitando difundir rumores de conocidos y desconocidos, ofreciéndonos a ayudar y especialmente dándonos un tiempo para escuchar y para encontrarnos con los otros.